Historia de la filosofía

La filosofía antigua: mito y logos

El origen de la filosofía suele explicarse con referencia a un cambio de mentalidad al que los estudiosos se refieren habitualmente con el nombre del ‘paso del mito al logos’. Esta visión capta parte de la importancia que tuvieron los primeros filósofos a la hora de abrir nuevos horizontes de investigación sobre la naturaleza y el ser humano, pero al mismo tiempo es una visión algo simplista que no debemos tomar al pie de la letra.

El mito. El mito [mythos] es un concepto muy amplio, dentro del cual caben narraciones sobre seres ficticios, descripciones de mundos no conocidos, y fórmulas que nos confieren un poder o poderes especiales. El mito es irracional, explica los acontecimientos naturales usando personajes ficticios como, por ejemplo, dioses o semidioses cuya voluntad caprichosa explica los hechos naturales más cotidianos. El mito es una «narración sagrada de acontecimientos sucedidos hace tiempo en la que ciertos seres sobrenaturales (dioses, héroes) realizaron acciones memorables que explican el mundo actual". El mito diviniza las temibles fuerzas naturales y les otorga un origen fabuloso. Tenemos un ejemplo clásico en el rapto de Perséfone para explicar en Grecia el ciclo de las estaciones. El mito es una narración que se pone allí donde el conocimiento en sentido estricto, la razón (logos), tiene dificultades para dar una explicación más argumentada.

¿Podemos desprendernos del mito? ¿Queremos realmente desprendernos de él? El mito, pese a sus limitaciones, es una forma de conocimiento, una forma de relacionarnos con algo que por su magnitud o valor se resiste a una explicación más fría o racional. Cuando algo nos importa de manera tal que el conocimiento nos resulta corto o estrecho para dar una explicación que nos satisfaga, el mito viene en nuestra ayuda para tejer una historia quizás ligeramente menos verosímil, pero emocionalmente más aceptable para nosotros. El mito da forma a aquello que nos ha impactado y está envuelto en sombras. El mito es un tipo elemental de explicación del que no es fácil prescindir debido a que el conocimiento racional del hombre es limitado. Algunos fenómenos de la vida moderna (la infancia, el amor, el temor, el crimen, la sabiduría de algunos ancianos...) sería difícil de comprender sin la literatura, que ha construido leyendas sobre lo que la ciencia o la historia no consiguen explicar.

Los primeros presocráticos proponían explicaciones con un fuerte componente mítico. Aristóteles puede ser el primer filósofo que tiene un planteamiento y un método netamente racional, pues Platón emplea el mito cada vez que se encuentra con dificultades conceptuales para explicar algo.

El mito no es algo del pasado. La visión que hoy tenemos de algunos deportistas o famosos tiene algo en común con la visión mítica de los antiguos. Aún hoy en día sobre qué sea la muerte, qué tipo de vida haya en planetas remotos, cómo fue la vida de animales desaparecidos o la biografía de algunos personajes difíciles que han impactado en la historia es difícil no recurrir a mitos.

Los ritos mágicos. La magia supone un conocimiento oculto que invoca los nombres secretos de las cosas para establecer relaciones inesperadas entre ellas. Son, se ha dicho, caminos transversales de la realidad que le arrancan al curso natural de las cosas otro tipo de relaciones. Con frecuencia condenada como herejía o práctica demoníaca. Incluso la propia historia de la alquimia es complicada, muy paralela a la de la ciencia (Newton) y a la evolución de la química, la física, la metalurgia y la astrología. La alquimia es una actividad hermética vinculada a lo esotérico, sea en la secta de los pitagóricos o el nacimiento de los rosacruces. Se basa en la idea de la trasmutación de los elementos, a partir del hecho de que son pocos o uno solo. Karl Jung, heredero de Freud, la teosofía de R. Steiner, el movimiento surrealista o la espiritualidad New Age o Indie son distintos herederos de la tradición mágica. Kafka decía que la magia "no crea", sino que llama a otra relación entre las cosas. La antigua tradición de los cabalistas y los nigromantes era una ciencia de los nombres secretos: bajo los nombres manifiestos, llamaba a los seres por un nombre escondido al que no se puede no responder (el amor «te llama por tu nombre», decía una canción de L. Cohen). Se trata de una invocación que consigue una metamorfosis de las cosas o las personas. Es difícil vivir sin un resto de magia: en las relaciones personales, la música o el cine, en la literatura o la ciencia. En filosofía, sobre L. Wittgenstein el economista Keynes comenta: «Esta tarde he encontrado a Dios en el tren de las 5:15».

Analiza diferentes figuras míticas de la actualidad. ¿En qué crees que se basa su carisma? ¿Hasta qué punto mitificamos ciertas personas, realidades o ideas?

Del mito al logos. El paso del mito al logos se supone que guía la historia de Occidente. Son más que dos formas del saber, son dos formas de estar ante la realidad: fantástica y sobrenatural la primera, divinizando fenómenos que no conocemos con precisión; racional y más precisa la segunda, buscando un control instrumental de los objetos.

Por eso existe también una diferencia de uso. El mito está ligado a las leyendas que mantienen unida a una cultura o etnia, al poder esotérico de una casta: al sabio, chamán o profeta que poseen la autoridad de adivinar los acontecimientos. Frente a ello el logos exige directamente el diálogo con otro, con cualquiera que tenga el coraje de argumentar y hacerse preguntas. Por eso no es tan extraño que la democracia y la filosofía nazcan a la vez en Occidente.

El logos es la tendencia de nuestra civilización (y de cada individuo) a definir y conceptualizar, aumentando así el campo de las explicaciones racionales y disminuyendo el de las leyendas. Sin embargo, este paso es sólo una tendencia y probablemente una tarea interminable. Al ser humano le rodearán siempre zonas de sombra. Cuando se resuelve un campo de dudas, éstas reaparecen por otro lado. Cada avance genera otras preguntas y un nuevo sector de incertidumbres, de ahí que cada época haya de enfrentarse a sus propias sombras. Por eso no es raro en la filosofía o la ciencia que el mito regrese, matizando algunos conceptos fundamentales del pensamiento contemporáneo. No puede pretenderse que el mito se elimine tajantemente, igual que no podemos pretender eliminar nuestra infancia.

Un mito se presenta siempre como una evidencia, consolidada e indiscutible. La función de la razón es discutir los mitos, explicarlos y criticarlos, derribarlos o hacerlos comprensibles. Pero los mitos siempre regresan, y además como dogmas que triunfan: ¿qué dirían los antiguos de nuestra fascinación por la tecnología, la diversidad, el progreso, la "igualdad" aritmética o la información?

MITO LOGOS
Narraciones sobre naturaleza y origen del mundo, los hombres y la sociedad. Busca una explicación unitaria de la totalidad de lo real. Razón, pero también palabra o discurso Ley o principio que ordena lo natural. Fuerza interior de cada cosa por cuya acción nace, crece o evoluciona. Puede descubrirse, pues el logos natural y el humano son el mismo.
Apela a imaginación y sentimientos. Apela a la razón. Nivel mayor de abstracción.
Se articula a través de los ritos. Ligado a sociedades de tipo aristocrático y tradicional Se articula a través del diálogo (demostración, investigación, reflexión…).
Completo, invariable, definitivamente constituido en sus misterios y ritos. Es una búsqueda que nunca acaba. Da lugar a conocimiento que se va ampliando.
Local. Es propio de una sociedad o cultura. Universal, conocimiento común a todas las culturas.
Los fenómenos naturales se explican por fuerzas espirituales o divinas personificadas: resultado de decisiones (arbitrarias) de dioses. Los fenómenos naturales se explican por sus causas, que son la realidad subyacente de las cosas.
Explicaciones fabulosas. Explican un tipo de hechos apelando a hechos de un tipo totalmente distinto (ej.: explicar acontecimientos materiales en función de la psicología de los dioses). Explica un tipo de hechos recurriendo a otros hechos y propiedades de ese mismo tipo (ej:. explican fenómenos naturales por las características naturales propias de la materia misma).
Fenómenos naturales dependen de la arbitraria voluntad de un dios. Fenómenos naturales necesarios, sometidos a leyes.
Explicaciones herméticas, dadas o interpretadas por el mago, sacerdote u oráculo. Se trata de una explicación abierta al alcance de cualquier persona que use su sentido común.

Ejemplo de mito: Puedes conocer más a fondo un mito leyendo el apartado dedicado a Perséfone en [...]. Intenta ver en qué medida se presentan en ese mito algunas de las características anteriormente mencionadas.

Los primeros filósofos griegos

La filosofía surgió en Grecia, alrededor del siglo VI a.C. Los primeros filósofos buscaron explicaciones racionales de la realidad material, frente a los relatos de carácter mítico en los que los hechos naturales se explicaban en relación con la voluntad cambiante de los dioses. Esos filósofos se atrevieron a pensar y a imaginar, no se dejaron llevar por las visiones del mundo vigentes hasta ese momento.

Los primeros filósofos (llamados presocráticos) se preguntaron por la esencia última de las cosas, intentando sobre todo explicar la realidad material o naturaleza (physis). Con frecuencia intentaban explicar el mundo haciendo referencia al elemento o elementos básicos de los que está compuesto (agua, aire, fuego o tierra, por ejemplo). Tienen cierta mentalidad científica, se preocupan de la materia última (arjé) de la que estaría compuesto el universo. Entre ellos destacan:

  • La escuela de Mileto: con Tales, primer filósofo, que considera que el mundo está hecho de agua.
  • Los atomistas: Leucipo y Demócrito, cuyo mérito es haber intuido que el mundo se compone de partículas indivisibles.

Otros presocráticos tienen una visión menos materialista:

Pitágoras: la materia pasa a segundo plano, las relaciones numéricas son lo más importante. Aunque dan mucha importancia a las matemáticas, los pitagóricos tienen un fuerte componente esotérico. Hay quien los considera más una secta religiosa que un grupo de filósofos. Creían en la reencarnación y consideraban la vida como un proceso de purificación.

Heráclito y Parménides: comenzaron a dar un enfoque metafísico. Heráclito dice que el ‘ser’ [ lo que existe ] es cambio, mientras que Parménides dice que lo que existe de verdad tiene que ser inmutable, puesto que lo que cambia solo es apariencia.

Platón y Aristóteles

Platón y Aristóteles son los más importantes de entre los filósofos griegos.

Platón intenta solucionar el dilema abierto entre Heráclito y Parménides dividiendo la realidad en dos mundos (uno perfecto e inmutable, compuesto de ideas; otro cambiante, el de las cosas materiales). En uno de sus mitos 1 más conocidos, el del carro alado, nos dice que el alma es como un carro tirado por dos caballos. El auriga representa el alma racional, uno de los caballos (el negro) representa el alma concupiscible, esa que actúa movida por los placeres materiales y no responde a las órdenes del auriga, mientras que el otro (el blanco) representa las pasiones nobles y sí obedece al auriga. Ese alma se mueve al principio por el mundo de las ideas, que son los modelos perfectos y eternos de todo lo real, el auriga las contempla y conoce de manera directa. Pero en un determinado momento el caballo negro hace caer al carro al mundo material. Y el alma olvida todo lo que ha visto en el momento del nacimiento. En el mundo material, la labor del alma racional es la de recordar lo que conocía antes de nacer. El conocimiento, para Platón, es sobre todo el recuerdo de las ideas eternas. Si logramos ese conocimiento y tenemos la suficiente fuerza de voluntad, tras la muerte no sucumbiremos a los deseos del caballo negro y no volveremos al mundo material. Por eso se considera que la filosofía para Platón es parte de un proceso de 'purificación'.

Otro mito importante en Platón es el mito de la caverna. En él nos intenta mostrar el camino del alma en el proceso de conocimiento.

Aristóteles tiene un enfoque más naturalista y cree que las ideas no están en otro mundo sino en las formas de las cosas del mundo material. Aristóteles no cree en la existencia de ningún mundo aparte. Le interesa sobre todo la naturaleza, de la cual es un paciente y minucioso observador. Se le considera el fundador de casi todas las ciencias naturales. Le interesaron de manera especial las plantas y los animales, escribiendo libros que aún hoy nos sorprenden por su curiosidad y precisión empírica (aunque también recoge hechos no probados y, en ocasiones, fantasiosos). Como filósofo centrado en el estudio de la naturaleza, Aristóteles construye una visión del ser humano en la que subraya lo que es natural en nosotros. Pero somos animales especiales. Las plantas tienen un alma vegetativa, los animales un alma vegetativa y sensitiva. El ser humano es el único que además de las anteriores (que se ocupan de la supervivencia y los sentidos mediante los que captamos nuestro entorno) tiene también un alma racional. Y al ser esta nuestra alma más genuina y superior, nuestra vida debe encaminarse al ejercicio y desarrollo de las facultades que le son propias. Para ello es necesario que tengamos unas virtudes intelectuales (o dianoéticas), pero también unas virtudes éticas, que son las que hacen posible que nos vaya bien dentro de lo que es otro de los aspectos característicos del ser humano: tener una vida social y/o política en la que debemos desenvolvernos no moderación y rectitud para que podamos desarrollar luego las virtudes intelectuales que nos son propias. En última instancia, quien logra llevar una vida así, se dice que lleva una vida 'contemplativa' o teorética (bios theoretikós). Ese es el ideal del sabio para Aristóteles.

Aspecto Platón Aristóteles
Origen Atenas, Grecia (427 - 347 a.C.) Estagira, Grecia (384 - 322 a.C.)
Relación entre ambos Maestro de Aristóteles Discípulo de Platón
Filosofía principal Idealismo: El mundo real es el de las ideas o formas. Es inmaterial, está al margen del mundo físico que percibimos Realismo: El mundo real es el que podemos observar y analizar a través de la experiencia
Visión de la realidad Dualismo: Hay dos realidades, el mundo sensible (material) y el mundo inteligible (Ideas) Monismo: La realidad es una sola y se conoce a través de la experiencia
Teoría del conocimiento Conocimiento como recuerdo (anámnesis): el alma ya conoce las Ideas y las recuerda Conocimiento empírico: la observación y la experiencia son la base del conocimiento
Teoría de las Ideas Las ideas son realidades perfectas e inmutables que existen en un mundo separado Rechaza la teoría de las Ideas: las esencias están en las cosas mismas, no en un mundo aparte
El alma El alma es inmortal y preexiste antes de nacer; tiene tres partes: razón, voluntad y apetito El alma es el 'principio vital' y tiene tres funciones: vegetativa, sensitiva y racional
Ética La virtud se alcanza al conocer las ideas y actuar en conformidad con ellas La virtud es un punto medio entre dos extremos; se adquiere mediante la práctica y la razón
Política Ideal de gobierno basado en la filosofía: los gobernantes deben ser filósofos (República) La mejor forma de gobierno depende del contexto; apoya la monarquía, aristocracia y politeia
Obras principales La República, Fedón, Banquete, Fedro Ética a Nicómaco, Sobre el alma, Metafísica, Física

Con Platón y Aristóteles quedaron definidas las grandes preguntas o cuestiones a las que los filósofos han intentado dar solución durante siglos. Tras ellos, las escuelas helenísticas se preocuparon sobre todo por definir lo que es la vida buena y el camino a la felicidad del ser humano:

Los epicúreos: dan importancia al placer.
Los cínicos: dan importancia a la libertad.
Los estoicos: dan importancia a la tranquilidad del alma.

La filosofía medieval

Además de las escuelas helenísticas, en el tránsito entre la filosofía griega y medieval se desarrolla en un clima de efervescencia en el que se mezclan las posturas filosóficas con otras de tipo más religioso o esotérico, pero sin que falten avances notables en la ciencia y en la técnica. Es evidente que el surgimiento del cristianismo fue un factor importante, pero los primeros siglos estuvieron marcados por posturas o corrientes de muy diverso tipo (maniqueísmo, hermetismo, gnosticismo, neoplatonismo...)

La filosofía medieval suele considerarse que es la que se desarrolla entre los siglos (s. IV-XIV). A lo largo de ese prolongado periodo la filosofía pasa a ser una herramienta de la teología como punto de apoyo de los dogmas fundamentales de la religión cristiana. Pese a ello también hay aportaciones interesantes de tipo metafísico que tienen valor filosófico al margen de las creencias religiosas. Los principales filósofos medievales son:

Agustín de Hipona. Filósofo de la interioridad. El ser humano debe de buscar la verdad y a Dios en el interior de sí mismo. El mal existe para que pueda existir la libertad y la justicia.

Tomás de Aquino. Sistematizador. Demostraciones de la existencia de Dios que se basan en lo que encontramos en el mundo.

Filosofía moderna: racionalismo y empirismo

Renacimiento y humanismo. Tras la Edad Media viene un periodo de esplendor entre los siglos XV y XVI, donde la filosofía pierde el lastre teológico que había sobrellevado durante los siglos anteriores. En el Renacimiento el ser humano recupera una visión del mundo en la que el ser humano recupera su dignidad. No dejan de dar importancia a Dios, pero la relación del hombre con el mundo adquiere de nuevo importancia. El ser humano es un ser privilegiado a medio camino entre lo animal y lo divino. Conoce ambos dominios. Es una buena época para concepciones místicas y esotéricas, pero también para la ciencia. Durante este periodo hemos de situar los inicios de la revolución científica en la que científicos como Copérnico o Galileo seran determinantes para dar el salto deminitivo de la Edad Media a la Moderna.

Filosofía moderna. Como consecuencia de los avances científicos de la época, en la filosofía moderna de los siglos XVII y XVIII predomina el enfoque destinado a sostener o justificar la solidez de esos conocimientos. Hay dos corrientes fundamentales opuestas y un gran filósofo que trata de mediar entre ellas.

Racionalismo. La verdad de nuestro conocimiento depende de la existencia de ideas que no obtenemos a través de los sentidos. De esas ideas no cabe un concepto meramente sensible, pues no surgen directamente por la experiencia. • Los principales filósofos racionalistas son Descartes, Spinoza y Leibniz.

  • Descartes. Para construir con máxima solidez el edificio del conocimiento Descartes considera que debemos de dudar de todo, hasta encontrar verdades de las que no podamos dudar de ninguna manera. Consideró que incluso en las matemáticas más elementales podríamos estar engañados por un 'genio maligno', pero que hay una primera verdad de la que no podemos dudar de ninguna manera: ‘pienso, luego existo’ (cogito ergo sum). El problema de dicha verdad es que a partir solamente ella es muy difícil que podamos estar seguros de ningún conocimiento del mundo, ni de la existencia del mundo mismo. Por eso Descartes considera que en nuestra mente hay ideas que solo Dios ha podido poner ahí (como la propia idea de Dios, por ejemplo). Descartes considera que Dios es bueno y que por eso no puede engañarnos en esos aspectos básicos que determinan nuestro conocimiento del mundo (los sentidos). Esa es la parte más débil de su filosofía. Pero pese a ello ejerció una influencia enorme.
  • Spinoza. Considera que lo que existe de verdad es eso que no depende de nada y llega a la conclusión de que el mundo y Dios son lo mismo (es panteísta).
  • Leibniz. Cree que lo que existe de verdad son puntos de vista únicos que representan la totalidad del mundo. Son como átomos de conocimiento o almas, a las que llama mónadas. Como todo lo que existe está relacionado entre sí, cada perspectiva representa la totalidad del universo, aunque esté sometida a las limitaciones de su punto de vista. La única perspectiva absoluta sería la de Dios.

Empirismo. Tienen una mentalidad más científica. Los empiristas dicen que no hacen falta ideas ‘innatas’ para explicar el conocimiento del mundo. Todo lo que conocemos proviene de los sentidos. Los filósofos empiristas más importantes son Locke y Hume.

La solución kantiana. Kant Intenta poner fin a la disputa: dice que todo lo que conocemos proviene de los sentidos, pero que nuestra forma de procesarlo es peculiar. Eso quiere decir que puede haber una ciencia (nuestra forma de conocer nos permite hacer afirmaciones universales), pero curiosamente esa ciencia no es capaz de conocer el mundo tal como es (no sabemos en qué grado se corresponde lo que sabemos con la realidad, pues no conocemos lo real, las 'cosas en sí'). Autocrítica de la razón. [V. apartado de criticismo en el tema 2]

El siglo XIX: idealismo, vitalismo y positivismo

Desde un punto de vista amplio la filosofía ‘contemporánea’ comenzaría después de Kant. Se multiplican los problemas que se tratan y los enfoques. Las corrientes y filósofos más importantes son:

  • Idealismo: Radicalizan la visión de Kant. Lo que importa, en última instancia, la sucesión de los modos mediante los que la realidad se manifiesta en diferentes visiones del mundo. Hegel es el principal filósofo idealista, dice: «lo real es racional y lo racional es real». Es como si la razón siguiese un camino propio, como si se desarrollase como un organismo ideal al que también se le da el nombre de ‘espíritu’.
  • Marx: Le da la vuelta al idealismo. Dice que la historia no es el resultado del desarrollo de ninguna idea o espíritu, sino el resultado de la lucha de clases, de seres humanos de carne y hueso que luchan por sus propios intereses. Critica la alienación a la que nos somete el trabajo asalariado, sobre todo cuando realizamos trabajos que en los que no se manifiesta más que una pequeña parte de nuestra persona.
  • Nietzsche: Gran provocador. Hizo una crítica profunda de la filosofía. Podemos considerarlo vitalista. Busca una afirmación de la propia vida. Critica la religión y la moral por ponernos límites a la vida y defiende que consideremos la propia vida como una obra de arte. Lo que Nietzsche critica de la moral cristiana es, ante todo, que sea una especie de ideología de la renuncia de uno mismo.
  • Freud: Propone una concepción novedosa de la personalidad humana. Las personas no tenemos un acceso directo a la totalidad de nuestra vida psíquica, solamente conocemos de nosotros mismos nuestra vida ‘consciente’, pero también tenemos una dimensión inconsciente que es muy importante. Esa vida inconsciente está muy marcada por traumas o situaciones difíciles que marcaron nuestro desarrollo psicológico en la infancia y que, con el tiempo quedaron ocultos, olvidados, sin que por ello tengan menos importancia, porque son las experiencias que han marcado o definido el desarrollo de nuestra personalidad.

Resulta interesante considerar que en el siglo XIX se opusieron dos grandes corrientes. Una de ellas es el positivismo, que confiaba en la razón y en el progreso. La otra sería el vitalismo, que considera que tras esos avances se esconde un mayor control sobre las propias vidas.

Del siglo XX a la actualidad

En el siglo XX, al margen de Freud, el panorama es muy variado. Durante el curso trataremos otros autores y corrientes. A modo de anticipación, como complemento que no será objeto de examen, debemos mencionar los siguientes autores y corrientes.

  • Fenomenología: Busca la esencia de las cosas y del conocimiento en un modo de introspección radical que deja en suspenso nuestras creencias mundanas y se dirige a los hechos mentales más básicos.
  • Existencialismo: Comenzó en el s. XIX con Kierkegaard. También critica al idealismo. Lo importante no es la idea ni la materia, sino la existencia de cada individuo como ser único, como ser que debe tomar decisiones en su vida, lo importante son los propios dilemas existenciales que nos definen. Lo importante es la autenticidad de cada persona. Más importancia en el s. XX, tras recibir la influencia de la fenomenología, con J.P. Sartre y M. Heidegger.
  • Filosofía analítica: Son una prolongación del empirismo. Lo que es más importante es identificar las proposiciones que pueden ser verdaderas o falsas. Consideramos filósofos analíticos a Wittgenstein y Carnap, entre otros.
  • Escuela de Frankfurt: Consideran que el pensamiento ilustrado y el pragmatismo nos hacen más propensos a enfocar la vida de forma práctica y a considerar a los seres humanos como objetos. Nos fijamos más en los roles que en las personas en sí. Dejamos de preguntarnos la pregunta por el sentido o el fin de la vida,
  • Foucault: Entiende el poder como algo que no solamente está en manos de los que mandan y en sus órdenes. Toda la realidad social se compone de relaciones de poder.
  • Posmodernismo: Remarcan el perspectivismo. En muchos ámbitos: la interpretación de los textos o de las obras de arte puede realizarse de manera diferente por diferentes personas o puntos de vista. Las culturas son visiones del mundo. Critican el dogmatismo y el etnocentrismo.

El panorama es muy variado. Durante el curso trataremos algunos otros autores y corrientes.

Las mujeres en la historia de la filosofía

No son muchos los nombres de mujeres que aparecen en la historia de la filosofía. Eso no quiere decir que las mujeres no hayan pensado filosóficamente. En muchas ocasiones se trata de formas de pensamiento alejadas de los cánones y la ortodoxia, en zonas en las que la filosofía confluye con otras materias (literatura, religión, etc.).

  • Pensamiento clásico: Suelen citarse las figuras de Hiparquía, Hipatía.
  • Filosofía política y ética: Hannah Arendt destaca en el siglo XX. En España ha habido unas cuantas profesoras muy destacadas en ese área (Adela Cortina, Victoria Camps, Amelia Valcárcel). En el pensamiento de izquierdas ha destacado Chantal Mouffe.
  • Cercanas al feminismo: Simone de Beauvoir, Judith Butler, Julia Kristeva o Silvia Federici (feminismo marxista). Celia Amorós en España.
  • Pensamiento contemporáneo y filosofía de la tecnología: Catherine Malabou, Rossi Braidotti y Luciana Parisi.
  • Pensamiento religioso y místico: Más cercanas a la literatura, pero no podemos dejar de citarlas. Hildegard von Bingen, Margarita Porete, Teresa de Jesús. Entre la fenomenología y la religión se sitúa Edith Stein, pero en el siglo XX destaca enormemente Simone Weil. Su pensamiento tiene raíces religiosas, pero de gran profundidad metafísica y ética, se sitúa al margen de cualquier tipo de dogma.
  • Grandes ensayistas que merecen ser citadas: Susan Sontag. En España María Zambrano.
  • Literatura y filosofía. Dentro de figuras literarias que presentan contenidos o sensibilidad filosófica podemos seleccionar: Virginia Woolf, Ayn Rand, Clarice Lispector o Emily Dickinson.

La filosofía en el siglo XXI. La filosofía en el siglo XXI sigue siendo una herramienta vital para comprender y enfrentar los desafíos contemporáneos, desde la inteligencia artificial y el cambio climático hasta la ética en biotecnología y los dilemas sociales. Aunque a veces es percibida como una disciplina abstracta, la filosofía proporciona marcos críticos y éticos necesarios para cuestionar, reflexionar y orientar decisiones en un mundo cada vez más complejo. Su vigencia se refleja en su capacidad para analizar la realidad desde una perspectiva amplia y su utilidad radica en su potencial para fomentar el pensamiento crítico y la búsqueda de soluciones profundas y sostenibles.

Notas


  1. En el siguiente enlace puede encontrarse ampliación consultarse más información sobre los mitos de Platón